El delito de tráfico de drogas es un delito complejo, donde hay numerosas variables a tener en cuenta. Para trazar una buena estrategia de defensa, es necesario analizar detalladamente varios elementos muy específicos, como la sustancia mínima psicoactiva, el límite de la notoria importancia, o qué sustancias son «tachadas» de especialmente gravosas para la salud.
El profesional encargado de la defensa de un delito contra la salud pública (es la denominación legal del delito de tráfico de drogas), ha de conocer todas y cada una de las anteriores puntualizaciones, ya que tan sólo un matiz de una de ellas, puede ser determinante para el resultado del juicio.
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